En las últimas décadas el mundo ha avanzado en apreciar la diversidad de especies en la naturaleza. Sin embargo, la mayoría de la gente interpreta que el valor de la diversidad está dado solo por el número de especies de un ambiente e ignora un costado adicional: la proporción relativa de individuos de las diferentes especies. Así, si dos ecosistemas tienen la misma cantidad de especies, el que tiene una composición más equitativa de ellas es más diverso. Por ejemplo, un ecosistema con cien especies de las que cada una tiene el mismo número de individuos es más diverso que otro con el mismo número de especies pero en el cual el 90% de los individuos pertenece a una de ellas. La distribución equitativa de los individuos entre especies y su opuesto, la dominancia, son relevantes porque el funcionamiento de un ecosistema con alta dominancia de unas pocas especies podría ser más frágil.
En escala mundial, la región amazónica alberga uno de los ensambles de árboles con más especies. Pero, ¿cómo se distribuye esa diversidad? ¿Las especies de esos árboles están equitativamente representadas o unas pocas dominan el ecosistema? En él vegetan unos 400.000 millones de árboles pertenecientes a unas 16.000 especies. Esa gran diversidad, sin embargo, se distribuye de manera poco equitativa, ya que la mitad de los árboles corresponden a 227 especies, el 1,4% del total de ellas. Esto tiene dos consecuencias. En primer lugar, significa que la mayor parte del flujo de energía y del ciclo de nutrientes de ese vasto ecosistema de relevancia global depende de unas pocas especies. En segundo lugar, indica que la gran mayoría de las especies de árboles de la región está en peligro de extinción, dada su escasa abundancia. No está claro cuáles son las razones por las que esas 227 especies llegaron al mencionado nivel de dominancia. Se especula que deben tener marcada habilidad competitiva basada en una especial resistencia a enemigos como enfermedades e insectos. Pero dado que muchas de esas especies tienen gran valor para el aprovechamiento humano (caucho, cacao, palmeras, entre otras) su dominancia también podría deberse a que fueron especialmente promovidas mediante plantación y cuidado por pobladores precolombinos.
Más información en H Ter Steege et al., 2013, ‘Hyperdominance in the Amazonian tree flora’, Science, 342, 6156 ydoi:10.1126/science.1243092.
No hay comentarios:
Publicar un comentario