Instituto Secundario Bernardino Rivadavia
Recursos Naturales - BiodiversidadProfesor: Fernando L. Gallego
Licenciado en Ciencias Biológicas
Entender el concepto de biodiversidad es fundamental para tomar decisiones y definir las políticas a la hora de planear estrategias para el uso y el manejo de la naturaleza. Todas las instituciones humanas tienen algún compromiso con el cuidado de los sistemas que sostienen la vida en el planeta.
La importancia de profundizar en el concepto de biodiversidad radica, en que la descripción de la variedad de formas que revelan nuestros sentidos es sólo una aproximación pobre e insuficiente para adquirir conocimiento sobre la realidad de la naturaleza. Sólo el conocimiento nos habilita a usar la información de forma adecuada para alcanzar nuestros objetivos. Todo esfuerzo orientado a entender e incorporar en la conciencia una parte importante de todas las dimensiones científicas de la biodiversidad y el modo en que interactúan reduce los riesgos del fracaso operativo.
Frecuentemente, cuando la gente habla de biodiversidad, se refiere en forma genérica a los espacios silvestres. Pero también es común que aludan a la abundancia de especies, en general o en particular, penando en un conjunto como los felinos o los mamíferos herbívoros. Sin embargo, el concepto adquiere mayor precisión cuando lo emplean los estudiosos de la naturaleza como los naturalistas, los biólogos, los ecólogos o los botánicos, que se dedican a estudiar las poblaciones en cuanto a sus características morfológicas, funcionales, genéticas y evolutivas.
Para ilustrar estas ideas se puede utilizar un cuento escrito por Jorge Luis Borges, La Biblioteca de Babel, en el que describe la información universal escrita. El cuento hace referencia a que el número de símbolos ortográficos es 25 (punto, coma, espacio y las 22 letras del alfabeto sin incluir las mayúsculas), que combinados de diferentes formas, producen las sílabas, y éstas las palabras, que son mucho más numerosas y complejas. Las palabras son la base sobre la que construimos las frases y las oraciones, que combinadas y siguiendo reglas se articulan revelándose como cuentos, poesías y novelas. Éstos se reúnen en los libros, los cuales, a su vez, se ubican en las bibliotecas.
Las especies están formadas por grupos de individuos con información genética similar, pero que presentan cierta diversidad. En este sentido, los individuos de una especie cualquiera, como pueden ser los de la cebadilla criolla (Bromus catharticus), un pasto anual, muy común en la región pampeana, forman grupos que habitan en distintos lugares de la región. Si bien es cierto que son similares, cada grupo de individuos se diferencia un poco del resto, por efecto de las interacciones establecidas entre los individuos, incluyendo el entrecruzamiento, y con el ambiente local. Generalmente, las diferencias entre individuos de una especie aumentan con la distancia geográfica entre las poblaciones locales. Estas poblaciones organizadas en parches y distribuidas en el paisaje, constituyen lo que se denomina una metapoblación. En el paisaje, los parches de una metapoblación rara vez intercambian individuos, por lo que tienen un elevado nivel de independencia. Es frecuente que se produzcan extinciones locales y recolonizaciones a partir de los parches remanentes.
La variabilidad genética existente entre los individuos de una misma especie puede resultar de recombinaciones genéticas, o mutaciones y polimorfismos genéticos, en los que aparecen distintas versiones de un mismo gen.
Si bien es cierto que los individuos de una misma especie comparten el mismo genotipo, como se argumentó previamente, existe variabilidad genética intrapoblacional, la cual se hace evidente en diferencias bioquímicas, anatómicas, fisiológicas, de comportamiento y de la historia de vida. Esta variación es la base para las adaptaciones al ambiente local y se transforma en un fenómeno fácil de reconocer a lo largo de una línea de observación, en la que el ambiente cambia gradualmente (ecoclina). Del mismo modo, la variación genética es importante para las adaptaciones que se producen en una especie, en respuesta a las adaptaciones de otras especies, con las que interactúan. Este proceso de adaptación recíproca se llama Coevolución.
La selección natural opera reduciendo la frecuencia de los fenotipos (características visibles) en la población que peor se ajustan a las condiciones del ambiente (es decir, que se reproducen menos y/o se mueren más en comparación con otros) y aumentando la frecuencia de los fenotipos mejor ajustados, porque no hay opciones para seleccionar. La ausencia de variabilidad genética impide la selección natural, lo que lleva a la extinción de la población.
Como la variabilidad fenotípica es un carácter del nivel individual, el número total de individuos de una población y la variabilidad están positivamente relacionados. Si bien hay otras características de los individuos de una especie, como el tipo de reproducción y el genotipo (considerando el tamaño y número de los cromosomas), que afectan la variabilidad presente en la población, el tamaño numérico es un determinante muy importante de la variabilidad intrapoblacional.
La biodiversidad combina dos aspectos de la estructura de una comunidad. Uno está relacionado con el número de especies que en las muestras del área estudiada (riqueza) y el otro la abundancia relativa de las especies (equitatividad). Si cada especie toma una fracción similar del total de los recursos, eso se verá reflejado en la abundancia (cantidad de individuos de cada especie) respecto a la suma de todas las presentes en la muestra será similar entre especies. Por el contrario, la equitatividad es baja cuando alguna especie domina sobre las demás y su abundancia relativa a la total es más grande que la de las especies restantes.
A la hora de tomar decisiones sobre las acciones a llevar adelante se necesita criterios relacionados con alguna escala de valor. Por ejemplo, ¿Cómo hacemos para decidir qué paisajes son los que no pueden alterarse? ¿Cuántos podemos conservar intactos? ¿Cuál es el valor de cada especie? ¿Es posible preservar todas? Desde los orígenes de la vida, la evolución ha generado nuevas especies. Algunas ya están extinguidas, otras proveen nuestros alimentos y otras son totalmente desconocidas para nosotros.
La biodiversidad se debe valorar porque provee una gran parte de los recursos que demanda la sociedad (alimentos, fibras, drogas para medicamentos, lugares para recrearse, etc.) y, además, porque produce servicios como el ciclado de nutrientes, purificación de aguas y el aire, descomposición de los residuos, dispersión del polen y las semillas, control de plagas potenciales para la agricultura, etc.
En la actualidad, según el reporte escrito por el Comité sobre los Valores Económicos y no Económicos de la Biodiversidad, el valor de la diversidad biológica se establece de acuerdo a cinco criterios básicos:
· La riqueza: Número de especies o hábitat en un área particular. El valor es mayor cuanto mayor es la riqueza de especies o de hábitats. Por este motivo, se le da mayor prioridad para la conservación a las selvas tropicales, como la Misionera o templadas como la Valdiviana (en el Sur de Chile y Argentina).
· El endemismo: Cuanto mayor sea el número de especies endémicas (cuya existencia se restringe al área en particular) mayor será la prioridad para conservarla respecto a otras sin endemismos.
· La rareza de especies o hábitats: Áreas como los sitios húmedos de los ecosistemas de climas áridos, como vegas de ciperáceas (mallines) de la Patagonia, que son poco frecuentes, tienen más valor que los sitios húmedos de climas templados, como los de la región pampeana, donde las vegas son más comunes.
· Los servicios de los ecosistemas: Los ecosistemas pueden ser clasificados por los servicios que prestan a la economía, por ejemplo por la depuración de agua. Por este motivo un bosque relacionado con una cuenca es fundamental para la depuración del agua y por lo tanto posee mayor importancia para ser preservado que uno que no se relaciona con un sistema de drenaje de agua.
· El grado de protección que tiene y el valor representativo: La prioridad para ser protegido de un lugar aumenta cuanto más difiera de las áreas ya protegidas.
En síntesis, se intentó describir qué es la biodiversidad, cómo se la cuantifica y cuáles son los criterios biológicos que se usan para priorizar los sitios donde se practicará efectivamente la conservación.
Características del Bosque andino-Patagónico Los bosques andino - patagónicos que en la Argentina tiene un desarrollo en un clima de tipo templado - húmedo, en su composición florística no presenta un predominio definido de formas vegetales ni especies vegetales (salvo en algunos sectores). Aparecen elementos perennifolios tanto como caducifolios en porcentajes similares, por lo que cabe la caracterización de "Bosques Mixtos", según Ángel Cabrera.
Los Bosques Andino - Patagónicos corresponde a lo que Cabrera denomina la provincia Subantártica que ocupa ambos lados de la Cordillera de los Andes Australes, con mayor desarrollo en territorio de la República de Chile. En nuestro país se extiende en general, sobre las laderas orientales, faldeos y valles, del ámbito cordillerano, en una estrecha franja variable no superior a los 85 kilómetros de ancho, desde aproximadamente los 36º de Latitud Sur (Norte de la provincia de Neuquén), hasta la Isla de los Estados, en la provincia de Tierra del Fuego. De acuerdo a Mutarelli, la superficie total sería de 1.870.000 hectáreas
El bosque presenta un buen desarrollo hasta los 1000 metros de altura sobre el nivel del mar, a partir de la cual comienza a disminuir el número de especies. Las condiciones climáticas se enmarca en general dentro del tipo "Templado - húmedo" en el sector norte y “frío húmedo” en el sur. La entrada de masas de aire húmedos provenientes del Pacífico sur, producen precipitaciones orográficas, al entrar en contacto con la cordillera, que actúa como una barrera natural. Por ello los valores de precipitaciones varían de Oeste a Este, y de Sur a Norte, en un gradiente muy pronunciado de 4000 mm anuales, a zonas con monto que oscila en los 500 mm , todo dentro de una zona con un ancho de apenas 100 kilómetros . Las lluvias se distribuyen durante todo el año, con máximas en verano; en invierno se producen heladas y nevadas. Las temperaturas en el norte tienen un promedio anual de 9,5ºC y en el sur el promedio es de 5,4ºC, lo que se condice con los tipos climáticos enunciados.
Características vegetales
Casi el 50 % de la región está ocupada por bosques nativos. La mayor parte de la masa forestal corresponde a bosques caducifolios de "lenga" y "ñire" (Nothofagus), que ocupan las zonas más altas. En cambio el bosque perennifolio, con predominio del "ciprés de la cordillera" (Austrocedrus), "coihue" y "guido" (Nothofagus), se halla en las zonas más bajas. Al norte de Neuquén predomina el "pehuén", una araucaria nativa muy apreciada, mientras que el "alerce" (Fitzroya), aparece como relicto en el noroeste de Chubut y sur de Río Negro. Hacia el centro de Neuquén, Río Negro y noroeste de Chubut, aparecen manifestaciones de la "Selva Valdiviana", una formación múltiple-específica que tiene mayor desarrollo en territorio chileno, producto de las mayores precipitaciones que ronda los 3000 mm anuales. El "coihue", el "radal" (Lomatia) y el "Ciprés de la cordillera" (Austrocedrus) son las especies más abundantes. Más al sur, hacia el dominio del bosque Magallánico (Provincia de Santa Cruz), hay un neto predominio de especies perennifolias, donde el "coihue" es sustituido por otro Nothofagus: el "guindo", siempre acompañados por la "lenga" y el "ñire". Estas características se prolongan en territorio de la provincia de Tierra del Fuego.
La mayor parte de los bosques nativos o espontáneos se encuentran bajo jurisdicciones de áreas protegidas, como parques nacionales o reservas provinciales. Es la región que más espacio destina a esa situación, alcanzando al 10% de la superficie total.
Las especies del género Nothofagus, "roble pellín", "raulí" y "lenga" son apreciadas por el valor de su madera, por lo que han sido muy explotados.
Los bosques andino-patagónicos son un riquísimo ecosistema, cuya área cubierta alcanza apenas el 2% de la superficie total de la Argentina. Se trata de una angostísima franja que se extiende desde la provincia de Neuquén hasta la Isla de Los Estados y en su parte más densa abarca un máximo de 50/60 Km de ancho (63.000 Km2).
Es importante destacar que estos bosques caracterizan la bio-región andina tanto Argentina como Chilena y conforman el bosque denominado subantártico. Además sus especies florísticas tienen íntima relación con otras del Este australiano, Nueva Zelandia, Tasmania y Nueva Guinea. Tanto las Lengas o Ñires como las Hayas de Nueva Zelandia pertenecen al género Nothofagus.
¿Cómo se explica esto?
La teoría de la deriva continental o tectónica de placas explica el hallazgo de especies del mismo género en diferentes continentes. Hace 200 millones de años el supercontinente Pangea comienza a desmembrarse. Se forman Gondwana en el hemisferio Sur y Laurasia en el hemisferio Norte. Gondwana es la unión de los hoy conocidos como América del Sur, Antártida, Australia, Nueva Zelandia y África. Hace 65 millones de años se estrechó la conexión entre América del Sur y Antártida y Australia y Nueva Zelandia se separan.
La distribución de toda la flora nativa del bosque subantártico se encuentra diseminada de acuerdo a los siguientes factores: altura, latitud, exposición al viento, humedad, temperatura, luminosidad y longitud.
Así a medida que se avanza hacia el Sur, el descenso de la temperatura y una menor estacionalidad climática reemplaza gradualmente a la Araucaria (Araucaria araucana) que se distribuye hasta los 30o (Lat. S) por el Ciprés (Austrocedrus chilensis) que llega hasta los 43o (Lat. S).
Los bosque de Nothofagus comienzan a encontrarse a partir de los 30o y hasta los 40o se desarrollan como masas boscosas mixtas de Raulí (Nothofagus andino), Roble Pellín (Nothofagus oblicua) y Coihue (Nothofagus dombeyi).
Lista de algunas especies emblemáticas de la región de Bariloche:
Plantas | Vertebrados |
Alerce (Fitzroya cupressoides) | Huemul (Hippocamelus bisulcus) |
Araucaria (Araucaria araucana) | Zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) |
Arrayan (Luma apiculata) | ranita marsupial (Rhinoderma darwinii) |
Pudu (Pudu puda) | águila mora (Geranoaetus melanoleucus) |
Coihue (Nothofagus dombeyi) | Lenga (Nothofagus pumilio) |
Guindo (Nothofagus betuloides) | carpintero negro gigante (Campephilus magellanicus) |
Maitén (Maytenus boaria) | cóndor (Vultur gryphus) |
Bibliografía consultada
Sanz, Eduardo. 2005. Árboles y Arbustos Nativos de la Patagonia Andina. Ediciones de Imaginaria Bariloche Río Negro.
· Ghersa, Claudio. 2007. Biodiversidad y Ecosistemas. La Naturaleza en
Funcionamiento. Eudeba.· Sanz, Eduardo. 2006. Aves en el Bosque Nativo Andino Patagónico. Ediciones de Imaginaria Bariloche Río Negro.
· Atlas de los Bosques Nativos Argentinos. 2005. Bosque Andino Patagónico. elaborada en el marco del Proyecto Bosques Nativos y Areas Protegidas - BIRF4085-AR.